Tenemos entre las manos un lenguaje riquísimo, no sólo en su
contenido, sino también en las diferentes formas de conjugarlo. Es nuestra
obligación, sacar de él, el mejor partido, y dejar sobre el tapete, los mejores
textos, que sin duda perdurarán, y serán el reflejo, no sólo de una sociedad
colectiva, sino también de la vida privada de cada autor.
Este artículo, sólo pretende reflejar la inmensa multitud de variedades que existes en
el significado de las palabras en castellano, y que, con cuidado debemos de
realizar los textos con un interior muy
bien construido para dar forma a los pensamientos, ideas, y sobre todo plasmar,
de una forma u otra, lo que vemos.
Así pues, reciben el
nombre de palabras polisémicas todas aquellas que poseen más de una
significado. El castellano recoge muchas
palabras polisémicas, los distintos significados que se le pueden atribuir a
una misma palabra se deben al uso que se le da al lenguaje en los diferentes
países en los que se habla el español.
Permítanme desarrollar
a modo de ejemplo un texto que ilustrará los ejemplos de palabras polisémicas,
así de este modo, no parecerá una clase teórica que queda sólo en el mero hecho
de aprender, sino que lo reflejaremos in situ en el lugar que le corresponde:
en la escritura.
“En todas las injusticias que día a día vemos, es difícil
pensar que derecho sea una trayectoria que viene en línea recta, mientras que
el derecho que se ejecuta pareciera estar muy curvo, y no digamos de los
estudios de derecho que fueron atribuidos así, por tener una caracterización de
lo que debe ser lineal y justo, es decir, lo que debe ir en línea recta, pero
que desafortunadamente van navegando dando verdaderos tumbos. Esto es lógico que despierte la cólera de cada uno de
nosotros, y no me refiero a la enfermedad que causó y causa la muerte a tantos
miles de personas, sino al enojo que
poseemos y que sale al exterior en forma de volcán en erupción. Este
sentimiento puede ser que sea lo único que nos hace humanos, ya que después de
ver todas aquellas bolsas vacías de esperanzas en sociedades que se van
destruyendo como castillos de naipes, no puede ser comparable a pertenecer en
la bolsa financiera, y creer tener uno de los poderes más sublimes del mundo.
Así es, como el lenguaje va jugando con sus significantes, y como nosotros
debemos entrar en las normas de juego y disfrutar con sus significados,
esperando que calme el temporal, y no me refiero al hueso que poseemos en la
cabeza, sino a la medida de tiempo, que en muchas zonas rurales es una forma de caracterizar a
los fenómenos climatológicos.
Después de todo, no nos queda otra que esperar para poder
armar, y hago alusión a construir y no a ir forrado hasta los dientes de armas,
unas perspectivas mejores. “
Raquel Viejobueno
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