sábado, 4 de mayo de 2013

Fíjense


Fíjense en mi mirada, en aquella que postrada está en mi cabecera. Allí existe un péndulo detenido. Nadie puede volver acariciar la arena  donde muero cada día, ni aquellos caminos labrados de huellas impolutas.

Fíjense en mi piel, ya han pasado siglos de ese pudor estancado en la yema de mi dedo.

Miren a la fotografía, allí vive un espejo que no refleja ni el campo de batalla ni el bosque de secuoyas.

Fíjense bien, porque hay destellos que apagan la razón…

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