Donde el olvido recuerda el tránsito,
nunca seré estela difusa,
de aquel beso dado.
Tenue roce,
temblores en la
memoria, en el labio
donde nada muere.
Sabor a café
húmeda sensación de subir al monte de tu aliento,
y despeinarme entre yemas y llamas.
¡Ay! Las golondrinas se llevaron el momento,
me desmayé al tacto de tu boca…
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